Presentación

Cada vez más a menudo confundo las escenas reales con las cinematográficas. Me paso la vida bombardeado por imágenes que se entrecruzan como en la serie de los 80 en las que un niño se quedó pegado al televisor mientras la vida pasaba. De esa forma las series de televisión y los programas de los 50 quedaron grabadas en su mente como si fueran escenas de su vida cotidiana.
Gracias a que nunca he sido hiperfan hasta el final de nada (aunque pueda parecer malo te libra de ser una persona de extremos) me considero cinéfago y no cinéfilo, por lo que puedo disfrutar de las películas sin que me amartilleen los defectos técnicos, de guión o de situación. Intento divertirme y punto. Pero a veces disfruto de películas menos comerciales.
Es por ello que me apetece escribir aquí y no pretendo rivalizar con Boyero.