La parábola de los remeros.


Cuentan las crónicas, que en el año 95, se celebró una competición de remo entre dos equipos, uno compuesto por trabajadores de una conocida gran empresa española y otros por sus colegas de una empresa del mismo sector japonesa.

Se dió la salida y los remeros japoneses se empezaron a destacar desde el primer momento. El equipo español llegó a la meta con una hora de retraso sobre los nipones.

De vuelta a casa, la Dirección se reunió en comité para analizar las causas de tan bochornosa actuación, y llegó a la siguiente conclusión que, el secretario -una vez levantada acta- difundió en forma de comunicado a todo el personal de la empresa a través del correo electrónico:

"Se ha podido detectar que en el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros, mientras que en el español había un remero y diez jefes de equipo, por lo que para el próximo año se tomarán las medidas adecuadas"

En el año 96 se dio de nuevo la salida y nuevamente el equipo japonés se empezó a distanciar desde la primera remada. El equipo español llegó esta vez con dos horas y media de retraso sobre el nipón.

La Dirección se volvió a reunir después del sonado rapapolvo de Gerencia para estudiar lo acaecido y tras un minucioso análisis vieron que ese año el equipo japonés se había compuesto nuevamente de un jefe de equipo y diez remeros. Por el contrario, el equipo español, tras las eficaces medidas adoptadas tras los resultados del año anterior, se compuso de un jefe de servicio, dos asesores de gerencia, siete jefes de sección y un remero. Por lo que el Comité de Dirección, tras un minucioso análisis de lo acaecido llega a la siguiente conclusión:

"EL REMERO ES UN INCOMPETENTE"

En el año 97 el equipo japonés se escapó nada más producirse la salida. La trainera, cuya composición había sido encargada ese año al departamento de Nuevas Tecnologías, llegó con cuatro horas de retraso.

Tras la regata y a fin de evaluar los resultados, se volvió a reunir el Comité de Dirección con los representantes de la alta gerencia en la cuarta planta, o planta noble, del edificio de Dirección. Se llegó a la siguiente conclusión, según consta en acta:

"Este año, el equipo nipón, optó una vez más por una tripulación tradicional formada por un jefe de equipo y diez remeros. El español, tras una auditoría externa y el asesoramiento de los departamentos de Organización y de Informática y el informe de un grupo de consultores de Arthur Andersen, optó por una formación mucho mas vanguardista y se compuso de un jefe de servicio, tres jefes de sección con plus de productividad, dos auditores de Arthur Andersen y cuatro vigilantes jurados de Prosegur con instrucciones concretas de no quitar ojo al único remero al cual la empresa había amonestado y castigado quitándole todos los pluses e incentivos por el fracaso del año anterior."

Tras varias jornadas de reuniones de Dirección con los diversos responsables de departamento y con el apoyo de un estudio de consultoría externo, se ha acordado que para la regata del 98, el remero será expulsado de la plantilla de la empresa y sustituido por una contrata externa, ya que a partir de la vigesimoquinta milla marina se ha observado cierta dejadez en el remero de plantilla, que roza el pasotismo en la llegada a la línea de meta.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Aplastante realidad.
Unknown ha dicho que…
Triste pero cierto. En este país las empresas funcionan así y nos arrastran al fracaso.

Entradas populares de este blog

Radiohead. In Rainbows. II Parte

Desinstalar Lookout Antivirus Android