Fanny y Alexander 1982


Hablar de Ingmar Bergman sin parecer un pedante pesado es algo complicado si no eres Woody Allen. Tengo que empezar diciendo que el principio de la película cargado de silencios y situaciones triviales aunque algo rocambolescas choca inicialmente con la idea de un film entretenido.
Hasta me quedé traspuesto entre tanto frufrú y color pastel luminoso adornado con literatura Shakespeariana.
Pero claro, nada está al azar en esta película no apta para neófitos del cine. La dureza, complicación y surrealismo de las situaciones que se van sucediendo enganchan y dividen la película de manera definida entre la luz y la oscuridad.
Por supuesto a nivel técnico no me atrevo ni a tocarla.
BRILLANTE…

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